Todos somos conscientes de que el precio de la luz cada vez es más superior, pero si lo que no queremos es que se note tanto en nuestro bolsillo podemos utilizar algunos de estos pequeños y sencillos gestos.
Podremos empezar por ajustar la potencia, quizá estamos pagando electricidad sin siquiera estar usándola por tener una potencia contratada superior a la que gastamos. Para poder valorar nuestra situación lo más recomendable es consultar con un electricista autorizado que sabrá lo que verdaderamente necesitamos.
Algunas compañías actuales nos ofertan contrataciones de la tarifa de discriminación horaria lo que significa que el horario varía en función de la hora que sea. Pensemos cual es el horario que mejor se adapta al uso de nuestros electrodomésticos y podremos valorar esta opción.
Otro sencillo gesto es controlar la temperatura de nuestro hogar. Los dos aparatos que más luz nos hacen pagar sin duda son la calefacción y los aires acondicionados. Para optimizar su aprovechamiento es cerrar puertas y ventanas en el momento en que los encendamos y apagarlo cuando no sea necesario.
Las lámparas de bajo consumo pueden ser un gran aliado en nuestra batalla por ahorrar. Así como invertir en aislamientos; nos ayudará a mantener una temperatura agradable y evitar encender el aire acondicionado en ciertos momentos.
El consumo fantasma del que muchos no somos conscientes nos hace incrementar nuestras facturas y lo podremos evitar al desconectar por completo todos los enchufes.
Si todos estos pequeños gestos no son lo que estás buscando siempre es conveniente consultar con un experto que nos podrá resolver todas nuestras dudas.